jueves, 18 de septiembre de 2008

CINCO COSAS QUE REALMENTE ME MOLESTAN (sí, hoy tengo un mal día):


1.- Que Julio López todavía no haya aparecido. La democracia aún es una metáfora, un anhelo imposible. Nuestra indiferencia sustenta ese fracaso. Como dice Chelo Candia en su blog: “a veces parece que los desaparecidos somos nosotros”.


2.- Que cuando los docentes hacemos paro, la gente se queje. Parecen olvidarse que hace unos meses atrás “todos eran el campo” y una serie de consignas muy bien manejadas desde un discurso oligarca que en nombre de la defensa de los pequeños productores nos llevó al desabastecimiento y a una corrida inflacionaria que todavía padecemos. Pero ellos eran muy claros: para ellos “la riqueza de un país está en la tierra”. Claro, en la educación no. La riqueza, para ellos, es lo que produce dinero, y del verde. ¿Cómo vamos a invertir en educación? ¿Para qué? Los docentes se quejan y sólo laburan cuatro horas por día… El gran porcentaje de opinólogos sobre educación jamás se ha acercado a una escuela pública, ni tiene la remota idea de las condiciones de trabajo de un docente o de un alumno. Seguramente la mayoría de los hijos de aquellos que pegaban su protesta en el auto concurren a colegios privados, pero ese es otro tema… Realmente me hacen calentar. Todavía hay una gran sarta de pelotudos flotantes que entienden a la escuela como una guardería…


3.- Los empleados de compañías de telefonía celular que llaman constantemente y que, con tonito paternal o maternal, te insisten en que te cambies a tal o cual plan y que, frente a tu negativa, insistan como si te estuviesen haciendo un favor, cuando en realidad es sabido –al menos sospechado- que de alguna manera te van a terminar cagando. ¡Déjense de joder! Ya no convencen a nadie. Frases como: pero con lo que gastás utilizando la tarjeta, te conviene pasarte a un abono mensual de $ 55 por mes… logran ponerme sumamente nervioso. ¡No rompan más las pelotas! ¡No los quiero escuchar! Si se me canta gastar de más, es mi decisión. ¿Estamos? Con lo que gasto en forros por mes me conviene cortarme los huevos, pero todavía están en su lugar… Entiendan de una vez que no todo responde a su puta lógica comercial.


4.- Los que analizan el partido de fútbol como si fuese la Crítica de la razón pura. Una vez más el entretenimiento al servicio del mercado. Tantos canales, tantos programas, tanto boludo diciendo estupideces para justificar sponsors y sueldo. Ya no miro más partidos –quizá nunca lo hice con demasiado entusiasmo- pero ellos lograron diluir lo poco que la genética había aportado. No soporto a ningún comentarista deportivo. Me ponen de peor humor que la mesa de polémica en el bar con su grupo de energúmenos fachistoides. Como diría Pedemonti, jugador emblemático si los hay: ¡Fuck you caretas de TyC sports!


5.- Que Julio López aún siga desaparecido y que a la mayoría de la gente no le importe un carajo.